Sagarminaga Atelier: Las fundaciones de nuestro viaje

Artesanía. Una profesión que evoca imágenes de la excelencia y de meticulosidad del savoir-faire manual. Hace tres años comenzamos a diseñar nuestras primeras piezas artesanales. En los cimientos de cualquier iniciativa empresarial, siempre existen motivaciones personales que auguran su creación, y el nacimiento del Sagarminaga Atelier no es una excepción a esta regla.

Entre todas las carreras a su alcance, Gabriela, que venía del sector del diseño de moda y el marketing, visualizó un lienzo de expresión en la artesanía de fibras. Normalmente, la pasión por este oficio es un legado que se traspasa de una generación a la siguiente. Este no es el caso.

 
 

Al contrario, fueron los significados que arrastra este trabajo y la capacidad de crear un futuro de respeto hacia esta gran tradición cultural lo que suscitó el interés y la pasión de Gabriela. Así, lo que impulsó esta empresa fue la capacidad de esta profesión -y sus productos- para transmitir sensaciones, para hablar de cultura y tradición, para crear vínculos entre pasado y presente, entre las personas y sus entornos.

Sin duda, nuestra actividad podría describirse en términos materialistas -emplear las fibras vegetales para transformar los espacios en paisajes naturales que brindan sensaciones de bienestar a sus propietarios-. Pero en este proyecto de diseño, arte y artesanía buscábamos trascender la funcionalidad de esta idea para descubrir formas de contar historias, de buscar la belleza, la estética y el desarrollo sostenible mediante la artesanía.

 
 

A través del diseño y producción de sus piezas, Gabriela busca poder combinar el poder de la imaginación para diseñar los esbozos de sus productos con la manipulación de los materiales, y así transformar los conceptos de sus clientes en una realidad tangible. También busca conjugar un equilibrio entre cuerpo y mente como una forma de bienestar personal.

Para nosotros, nuestras piezas son más que objetos decorativos que se distribuyen en los espacios interiores. Estos hablan de las personas que habitan esos interiores, de las elecciones de decoración que han realizado como resultado de su individualidad, de su visión única del mundo. Comenzamos a diseñar productos a medida para que las piezas abandonen su funcionalidad tangible y adquieran más profundidad, que sirvan como una forma de expresión y de sentimiento entre cada una de las personas que participan de los espacios que enriquecen. En cierto sentido, queríamos crear una transferencia de mensajes e identidades bidireccional, entre las personas y los espacios.

Textura-pleita de fibras de esparto.jpg

Forjadas en nuestros ideales de belleza, las piezas que creamos se convierten en una forma de expresar nuestro mundo estético:

“Intuimos que la belleza se halla en el camino,

donde se unen los entornos urbanos y la naturaleza.

En el tacto de la texturas que nos hacen viajar en el tiempo

y en el lugar,

en el ritmo que creamos entre los volúmenes y los vacíos.

En el respeto, la risa y el silencio.

La sutileza que hallamos entre lo bruto y lo estético.

En la geometría, la tierra, la inclinación y la superposición”.

Estas ideas marcan el comienzo y el proceso de evolución de Sagarminaga Atelier. Estos somos nosotros.

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